El Akelarre - Fuerte
Era diciembre y llovía. Siempre había adorado el invierno, pero esta vez no lo sentía igual. Esta vez un profundo dolor le empequeñecía la ilusión y las luces de las calles no brillaban como otras veces. Se descubrió a sí misma mirando por la ventana. Últimamente, solía salir de su cuerpo para viajar a un vacío donde abrazar su alma. Sabía que no estaba sola, pero algo en su subconsciente le hacía sentir a ratos que sí. Los planes, el futuro, las metas, seguían ahí, pero en momentos como este quedaban en un plano secundario, una dimensión en la que se encontraba remando por inercia hacia adelante, como solo sabía hacer... hacia adelante. Con su rumbo fijo hacia lo que siempre la había motivado, aunque hoy no era la palabra precisa par describir el combustible que la impulsaba. Retiró la vista de las gotas que se deslizaban ventana abajo y la fijó en el móvil. Tenía más notificaciones de las que le habría gustado admitir, pero sabía que ellas estarían ahí para abrazarle y escuchar...