Sueño de una noche de verano - Tolerante

El tiempo pasaba y la casa, repleta de gente y bullicio, empezaba a caerle encima. Tratar de movilizar a ciertas personas era casi imposible, pero no por ello iba a dejar de intentarlo. Cogió el teléfono móvil, abrió la aplicación y envió el reclamo para tomar algo frente a la ermita del pueblo. Los esnobs le llamaban la slow life , pero ella prefería verlo como un retiro de verano en la montaña. La notificación inundó su pantalla y en ella leyó el mensaje afirmativo de quien siempre respondía a sus llamadas, aunque fuese para no dejar un silencio incómodo flotando en el aire. Era cada vez más difícil reunirlas a todas en aquel espacio, en aquel paraíso estival que, aparentemente, parecía no tener nada que ofrecer, pero ese año la casualidad había querido que coincidiesen. Ellas sabían que allí había miles de recursos, de planes y entretenimientos, pero preferían que la gente ignorase el encanto del valle, reservando sus secretos para sí mismas. Media hora y estaría sentada frente a un...