25. Perenne

Perenne es el sonido de tu risa, la curva de tus labios cuando sonríes, la musicalidad con la que inunda el momento. Perenne es una mirada sincera, la fuerza que transmite la comprensión en tus pupilas, la limpieza del desinterés reflejada en tus ojos. Perenne es el color de tus iris a los que no les importa el otoño. Perenne es la magia de un momento, un instante de plenitud. Perenne es la mano que me tiendes cuando me tambaleo, la caricia de tus dedos sobre mi hombro cuando me hundo en mi mar de lágrimas. Perenne es la foto, que guardo en la memoria, de un paisaje, de aquel rincón que hice mío a base de visitarlo. Perenne es el olor a sal del mar que me recibió en mis días de penumbra. Y también, el aire seco de la montaña que acogió mis caminatas por senderos interminables, cuyo fin impuse al vencerme el agotamiento. Perennes son los pensamientos que me descubren el mundo desde otro punto de vista, los que me obligan a reflexionar. Perennes son las conclusiones que me...