12. Inefable
Mi pequeño paraíso
Es inefable.
Sus bosques cuentan
historias
Que se mecen con el
viento.
Mi pequeño paraíso
Es inefable.
En la bóveda celeste
Se derraman mil
diamantes,
Titilando,
Eternos vigías del
sueño.
Algunos caen,
Usurpadores de deseos
Y de furtivos besos
Que se roban por la
espalda.
Mi pequeño paraíso
Es inefable.
No sólo llueven
estrellas.
En sus gotas
cristalinas
Se recrea la
tormenta,
Que despierta los
aromas
De la tierra y de los
troncos
Que habitan sus
montañas.
Mi pequeño paraíso
Es inefable.
Sus pequeños
riachuelos
Componen la melodía
De paseos de la mano
Del sol rojizo y
cansado,
Que abandona dando
paso
Al rumor de los
amantes.
Mi pequeño paraíso
Es inefable.
Palabras no son
suficientes
Para recrear su
gracia.
Se mira, se escucha,
se siente
Y, viviendo en él,
Se entiende.
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