32. Infinito
Viajo en un tren
De nombre “Infinito”
Que desfila
aventurero
Por las frondosas
laderas
Donde habitan las
musas
De la inspiración
tardía
De los sueños calurosos
De una noche de
verano.
Viajo en un tren
De nombre “Infinito”
Cuyas vías son estrellas
Que cayeron en el
alba
De tantos días sin
nombre
Coronados con
cerveza,
Bebiendo vino blanco,
Celebrados con
sonrisas.
Viajo en un tren
De nombre “Infinito”.
En sus vagones se
bailan
Canciones
inmarcesibles
Al son de guitarras
viejas,
Que en manos de sus
viajeros,
Suenan jóvenes y nuevas,
Notas libres y
traviesas.
Viajo en un tren
De nombre “Infinito”
Que da cabida a la
risa,
Acoge sin miedo al
llanto
Y deja paso al
silencio,
Reflexivo o temeroso,
Que ahonda en las
almas perdidas
Que un día en él
pernoctaron.
Viajo en un tren
De nombre “Infinito”
¿Querrías acompañarme
En este viaje
incierto?
Cuentan que su
destino
Sigue aún por
descubrir,
Que no se encuentra
en los mapas
Ni en las guías de
viaje.
Se aventuran los
osados
A afirmar que no
detiene
Su errático caminar
Y que llega más allá
De límites conocidos,
Inventando los
caminos
Que una vez recorrerá,
Pues no desanda sus
pasos
Ni echa la vista
atrás.
Y es que este tren,
De nombre “Infinito”,
Viaja en una
dirección
En tu mano está
tomarlo
En su siguiente
estación.
Algunos lo llaman
vida,
Otros oportunidad,
Mas yo lo llamo
“Infinito”
Por su incierto
destino
E incesante traquetear.
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